jueves, 26 de agosto de 2010

Una tertulia en la plaza

Estaba terminando la jornada. Cuando llegué a la puerta de mi casa antenoche, revisé mis bolsillos y no encontraba las llaves de la casa. Caí en la cuenta que las había dejado en la iglesia…

A determinadas horas me gusta poco pasar por la plaza del pueblo, porque hay cierto barullo y es como un espectáculo ver pasar al “cura”. Poniendo mi mejor cara desandé mi camino y volví a buscar mi llave.

Precisamente en ese “barullo” estaban unos señores –a los que no había reconocido– miembros del coro parroquial. Me invitaron a tomar un “refresco”. Ya con mis llaves en el bolsillo, nos pusimos a hablar de todo un poco…

En medio de la conversación les lancé: “Me he fijado, como ‘americano’, es decir, ‘del otro lado del Charco’, que quienes educan ahora a los niños son los abuelos y no los padres”. Para mis seis interlocutores fue una proposición incendiaria, mas no para atacar sino para darme la razón. Sacaron sus argumentos de experiencia a relucir…

¿A dónde llegará esta España? Necesitamos una cruzada de educación en los valores humanos y cristianos. El Santo Padre alienta nuestra esperanza cuando dice que Europa experimentará una nueva “primavera cristiana”. Ojalá sea pronto.

Al final les dije: “He disfrutado del ‘refresco’, pero más de la compañía”.

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