sábado, 7 de agosto de 2010

Oración sacerdotal


Me da mucha alegría que mucha gente, amigos y gente a la que no conozco, me pidan rezar por alguna o varias intenciones suyas, intenciones tan variadas como situaciones en las que la vida de cada uno se desarrolla. Pedir oraciones es muestra de "sana" piedad cristiana. Hace poco me pidieron rezar por una intención concreta.

Les suelo decir a mis amigos que nos piden tantas oraciones, que si no nos recuerdan rezar por cada uno, es posible que se nos olvide hacerlo. La intención es pronta, pero la memoria es selectiva y a veces escasa..., por lo que deben recordárnoslo.

¿Cómo es tan poderosa la oración -más la sacerdotal, en la Santa Misa especialmente-? Lo es no por quien pide -también influye- sino por a Quien se pide. Allí radica nuestra confianza. Dios atiende siempre, aunque a veces no conforme a nuestro gusto sino conforme a lo que nos conviene.

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