domingo, 9 de septiembre de 2012

Un "mini Pentecostés"


     No podía en otro momento: esta noche he ido al hospital a confesar y a darle la Comunión a una persona pariente de un seminarista. He hablado con esta persona en kaqchikel, la lengua nativa de esta zona, lengua que también yo hablo.
     Terminada la tarea encomendada, me alcanzó una señora que, cuidando a una hermana suya, me ha pedido que le diera la bendición. Viendo la situación, puesto que no podía confesarse, le ofrecí dar la Unción de los Enfermos.
     Mientras iban a buscarme el Óleo de los Enfermos, me dio tiempo a confesar a otras personas que me lo pidieron en el acto. Hube de estrujar la atención para tratar de entender a una persona que me habló en un kiché de cerca de nuestra zona, que se parece en algo a nuestro kaqchikel; pero también hube de hacerlo, con más denuedo, con una persona que hablaba un kiché menos familiar a mí, que apenas pescaba alguna palabra. Yo, a mi vez, le di algunos consejos en kaqchikel.
     El Espíritu Santo, que da el don de lenguas, hizo el resto... lo que haya sucedido en las almas de estas personas Dios lo sabe. Confío en la acción de Dios. Una salida algo fácil para mí, pero eficaz. Dejemos paso al Misterio.

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