Buena foto de la imagen del Buen Pastor y de un pasillo de nuestro Seminario. |
Mons. Eduardo Fuentes ya estaba enfermo gravemente. Me parece que fue al final de la Santa Misa que se reprodujo la grabación de la voz de Monseñor pronunciando: "Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor", palabras del Salmo 121 con que tituló ese memorable mensaje.
Han pasado los años. Recordamos a unos buenos pastores y encomendamos a otros, los actuales, especialmente al Santo Padre, a los Obispos y sacerdotes.
En este domingo también encomendamos a los jovencitos que han venido a la convivencia vocacional en el Seminario. Han sido una veintena, procedentes del departamento de Sololá. Dentro de una semana, los de Chimaltenango, a quienes también encomendamos. ¡Qué buen regalo en el Domingo del Buen Pastor!
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