Hace unos días recibí este piropo: "Dios le da sus más duras batallas a sus mejores guerreros".
Nada que ver, ciertamente, con este pobre sacerdote, pero me ha ayudado a levantar el ánimo, sobre todo cuando cierto cansancio hacía mella. Lo de "mejores", por supuesto que no. Pero, lo de "guerrero", aunque nos ha tocado que levantarnos muchas veces, aquí estamos...
Nada que ver con los guerreros idílicos, los de los cuentos o los dibujos animados o los de la mitología: esos no existen más que en nuestra imaginación y, quizá en alguna ocasión, han sido algún destello en la historia.
Nuestros héroes, los de nuestra historia, fueron descomplicados, sencillos, inocentes. Entonces jugaba un papel importante la imaginación. Por ejemplo la imagen de arriba.
La Virgen nos siga ayudando para seguir con nuestras batallas, pequeñas, de cada día, ya que Dios cuenta con nuestra colaboración en la avanzada.
Misteriosas palabras. Animo. Un abrazo.
ResponderEliminarNo lo son... Nada extraño más que lo propio de un final de curso. Es natural el cansancio. Un abrazo, P. Ángel
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