Íbamos un amigo y yo andando por las calles de Pamplona; se nos plantó una muchacha delante, y nos preguntó:
-- ¿Son "creyentes" ustedes?
-- Creo que sí...
-- Bueno, supongo que leen la Biblia... Ustedes saben que...
Quería decirle que estaba aprendiendo a leer la Biblia, pero no me dejó ni ocasión ni tiempo.
Dos días antes me sucedió también que, esperando a que me fotocopiaran algunas cosas en un puesto de la Universidad, se acercó un joven y me preguntó:
-- ¿Usted es el que atiende aquí...?
En ambas ocasiones iba con un cuello como el de la imagen... Es claro que si no hacemos algo, nuestra sociedad perderá su "cultura" y sus raíces cristianas.
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