domingo, 19 de septiembre de 2010

"No podéis servir a Dios y al dinero"


Lecturas de la Misa: Am 8,4-7; Sal 112; 1Tm 2,1-8; Lc 16,1-13.

 “En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13).

Son claras las palabras del Señor. A los que manejan los bienes públicos –políticos, ecónomos, etc.–, ya les pedirá cuentas Dios mismo.

En lo que toca a cada uno de nosotros, hemos de examinar si nuestro corazón ha puesto en primer lugar a Dios –como debe ser– o al dinero. Pero siempre hay que ir a lo concreto, a lo pequeño, porque “el que es fiel en las cosas pequeñas, es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes” (Lc 16,10).

Preguntas que pueden ayudar: ¿Cuido las cosas que uso, y les saco todo el provecho para no tener que gastar de más? ¿Hago limosnas con frecuencia? ¿Busco estar a la última moda? ¿Compro cosas sólo para aparentar?¿Me quita la paz no conseguir lo que quiero?

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