lunes, 20 de septiembre de 2010

Evangelio del día

Lc 8,16-18. “Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz” (v. 16). Has de ser como la lámpara del sagrario, que arde sin prisas y sin pausas, anunciando la presencia del Señor, gastar la vida por Él hasta el último suspiro.

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