Como les había comentado, la Semana Santa
la pasaría en Rancho de Teja, aldea de San Francisco El Alto, Totonicapán. Es una
aldea que tiene entre quince mil (según el párroco) y dieciocho mil habitantes
(según los lugareños). Las fotografías que subo indican el pueblo numeroso que
participó en los Oficios de Semana Santa.
La aldea se sitúa más o menos en el
kilómetro 200 sobre la carretera Interamericana, hacia Occidente, y a una
altura de más o menos 2600 metros sobre el nivel del mar.
He vivido alegremente la Semana Santa con
la fe de este pueblo, muy católico y devoto. Las fotografías que presento ahora
son del Via Crucis del Viernes Santo.
Quizá un “ranchero” vaya a toparse con
esta página. Vaya mi agradecimiento a los “rancheros” por las atenciones con que
me dispensaron y un saludo cordial.
Por cierto, les pido
favor que nos encomienden: un grupo reducido de sacerdotes iremos de curso de
retiro: unos cuantos días para el encuentro más sosegado con Dios, tiempo de
reflexión y de descanso. Cuento con sus oraciones.
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Al comenzar el Via Crucis. |
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Jesús Nazareno, en su anda, en el Via Crucis. |
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El anda del Nazareno con la numerosa gente que participó. |
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En cada estación del Via Crucis nos arrodillábamos a rezar. |
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Ésta era sólo la mitad de la multitud. La cúpula de la iglesia se ve al fondo. |
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Los grupos, con sus estandartes. |
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Una de las alfombras que, me contaron, año con año van perfeccionando. |
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El grupo de las mujeres, con la Dolorosa a hombros. |
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Otra de las alfombras durante el recorrido. |
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San Juan también tenía su anda durante la procesión. |
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