miércoles, 4 de abril de 2012

Quiero seguir siendo sacerdote



     Se procura que durante la Semana Santa, o cercana a la Pascua, se celebre la “Misa Crismal”, en la que se bendicen los Santos Óleos y los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales.
     En esta Diócesis, la Misa Crismal la hemos celebrado hoy, Miércoles Santo. Nos hemos reunido los sacerdotes de la Diócesis –en total: 79 concelebrantes, comentó el Obispo- y hemos renovado nuestras promesas sacerdotales.
     El Obispo predicó a los sacerdotes, en buena parte de la homilía. Fue conciso y directo, a la vez que exigente, recordando la gracia de Dios entregada a cada sacerdote y la alegría de participar del Sacerdocio de Cristo.
     Después de la homilía, el Obispo y los sacerdotes presentes renovamos las promesas que un día hiciéramos en la ordenación sacerdotal. Aunque un poco largas, son aprovechables las preguntas de la fórmula que el Obispo dirige a su clero:
     ¿Quieren ustedes unirse íntimamente a nuestro Señor Jesucristo, modelo de nuestro sacerdocio, renunciando a sí mismos y reafirmando los compromisos sagrados que, impulsados por amor a Cristo y para servicio de su iglesia, hicieron ustedes con alegría el día de su ordenación sacerdotal? ¿Quieren ser fieles dispensadores de los misterios de Dios, por medio de la Sagrada Eucaristía y de las demás acciones litúrgicas, y cumplir fielmente con el sagrado oficio de enseñar, a ejemplo de Cristo, Cabeza y Pastor, no movidos por el deseo de los bienes terrenos, sino impulsados solamente por el bien de los hermanos?”
     Y los sacerdotes responden a cada pregunta: “Sí, quiero”.
     Y yo también he dicho, con todo el corazón “sí, quiero”, y le pido a Dios su gracia para que me ayude todos los días y no traicionar su confianza. Quiero ensanchar mi corazón para ayudar y amar a todos, en Dios. Recen ustedes, también, por los sacerdotes, ya que necesitamos de la ayuda de la oración de todos.

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