viernes, 27 de julio de 2012

¿Quién pone las reglas?


Deuteronomio 6,4ss.

     Hoy hemos tenido unas lecciones de Hebreo. Por haber hecho estudios de Teología Bíblica, como el más indicado –al menos en teoría-, me corresponde dar estas lecciones. Como suele ser, el profesor es el que más aprende.
     El Hebreo es “la lengua sagrada”, porque Dios decidió comunicarse al pueblo que utilizaba esta lengua, el pueblo de Israel. Ellos lo dejaron por escrito.
     Una de las preguntas frecuentes en esta materia es: “¿por qué es así?” Francamente, después de explicarles la regla, concluimos que las reglas no las hacemos nosotros sino nos vienen dadas y hemos de observarlas. Es lo que suele suceder a la hora de aprender un idioma: hemos de acatar esas reglas; si no, nadie nos entendería si fuéramos quienes pusieran las reglas.
     De vez en cuando, en cada uno, aflora lo adolescente que llevamos dentro, es decir, la rebeldía –pocas veces hay adolescentes dóciles-, y queremos no sólo romper con toda regla sino poner nuestras pobres reglas. Tremendo chasco nos llevamos cuando nos damos de narices con ellas.
     Hay unas reglas inamovibles en nuestra vida. Estas reglas, en vez de complicarnos la vida o inhibir nuestra personalidad, nos hacen libres y nos hacen más felices.

1 comentario:

  1. No se cómo gané ese curso!!! yo creo que lo gané por la presencia en las clases,jejejejeje ánimo seminaristas mayores.

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