Hay algún momento en el que te tienes que preguntar
por el sentido de lo que haces. Le estaba sucediendo a un amigo mío sacerdote recientemente,
en cierto grado. ¿O creen que al sacerdote no le puede pasar en algún momento?
La psicología es actualmente una ciencia
recurrente, cada vez más. Cada vez se necesitará más de ella debido a la vida
frenética y estresante que llevamos. ¿Podría necesitarla el sacerdote, también?
En efecto, puede necesitarla.
Ahora bien, este amigo me decía que estaba,
no de terapia psicológica sino de terapia espiritual, que estaba luchando en
cultivar el trato con su Padre Dios, que le ha entregado el precioso don del
sacerdocio para bien de las almas, que está cultivando la “autoestima del
cristiano”. Le he animado a que lo siga haciendo, pues, dice, ha estado dándole
resultado. Trataré de seguir su ejemplo.
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