En vísperas de la fiesta de la Asunción

Presbiterio de la Catedral de Sololá; en el centro, la Patrona.

     Como podrán saber muchos, mañana celebraremos a la patrona de la parroquia en que se ubica el Seminario: “Nuestra Señora de la Asunción”.

     Ahora estoy aprovechando el tiempo, para adelantar algo del trabajo y, mañana, poder bien descansar, que bien nos hará. Algo de jolgorio, de vez en cuando, viene bien.

     Mañana tendremos procesión a temprana hora (6:00) y luego la Santa Misa. El Seminario en pleno acompañará al Obispo en la Misa que celebrará.

     Los pensamientos y consideración, durante esta fiesta, es lógico que giren alrededor de la verdad mariana de fe de que, la Virgen fue asunta al Cielo en cuerpo y alma, presagio y preludio de lo que acontecerá con nosotros en el último día.

     ¡Y cómo no alegrarnos cuando celebramos a nuestra Madre y el regalo que Dios le ha hecho, ha hecho en favor nuestro! ¿Qué hijo no se alegrará cuando su madre, con todo lo que la quiere, es agasajada? Ella, como su Hijo, nuestro Hermano, se nos ha adelantado ―y se preocupa ahora― para prepararnos sitio.