Hoy mismo he escuchado de don J. que alrededor de la fiesta de San Martín de Tours (11 de noviembre) se da este fenómeno meteorológico: "el veranillo de San Martín".
Cuando el verano, queríamos que hiciera un poco de clima más benevolente. Ahora que ha habido lluvia en abundancia -beneficiosa, para llenar los "pantanos"-, nos desagrada...
La verdad es que hay que tener visión sobrenatural para dar gracias "por el hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor (...). Y por la hermana agua, preciosa en su candor..."
Con todo, ahora con "placer", agradecemos este veranillo de San Martín... Los días grises nos ayudan a valorar los días claros... ¡Gracias, Señor!
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