En el año sacerdotal, y un día antes de las primeras ordenaciones presbiterales en Sololá.
De 16 años de sacerdote que tiene, el P. Julio casi pasa a formar parte del inventario del Seminario, pues la mayoría de esos años los ha pasado allí. Siendo todavía estudiante de teología, formó parte del equipo que, con el aliento de Mons. Eduardo Fuentes, impulsó desde sus inicios el nuevo Seminario Menor, institución que ahora ya tiene 16 años cumplidos de prestar sus servicios a la Diócesis.
Fueron muchos años los que pasó al frente del Seminario Menor de la Diócesis de Sololá-Chimaltenango. Después de los acontecimientos difíciles del año 2006, el P. Julio quedó al frente del Seminario Mayor, del que ha sido rector hasta el presente ciclo académico de 2009. Han sido muchos años ayudando a la formación de los recientes sacerdotes.
Duro trabajo el de la formación, a veces poco comprendido. El Obispo confía al rector hacer que esas semillas de la vocación sacerdotal maduren y luego puedan dar mucho fruto. El formando a veces no se da cuenta de lo que cuesta portar esta “carga”.
Un saludo al P. Ángel Ma. Pascual, que fue rector del Seminario durante muchos años –ya hablaremos de ello–, y una felicitación al P. Víctor Ordóñez, nuevo rector del Seminario. Al P. Julio, felicidades porque podrá dedicar un poquito más de tiempo a la pastoral parroquial, que siempre es más gratificante, aunque el anterior trabajo es también muy importante, quizá lo es más por ser más escondido. Eso sí, depende de cuánto amor se ponga en hacerlo.
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