El sábado sí vi el final de la proeza de
Costa Rica en el presente mundial de futbol aún sin concluir. Estuve nervioso
durante el partido. Aunque la táctica utilizada por Costa Rica fue poco lucida,
logró llegar a cuartos de final. Ahora sí todos, o al menos una buena parte,
nos congraciábamos con el representante de la Concacaf y Centroamérica…
¡Bravo! Por ellos, pues jugaron muy bien. Quedará
para la historia.
Por razones laborales, no pude ver el
partido de hoy entre Brasil y Alemania. Yo tenía claro que el nivel de futbol
de estos equipos inclinaba la balanza con facilidad. Pero nadie se imaginó el
resultado.
Iba de viaje cuando puse la radio para
escuchar un poco cómo iba el partido. Estaban en el inicio del segundo tiempo. No
podía creer que los alemanes llevaban anotados cinco goles a los brasileños… Aproveché,
un poco más, el tiempo y recé un Rosario mientras manejaba. Cuando terminé,
puse nuevamente la radio. Si antes el 5-0 era inimaginable, el 7-0 me dejaba,
simplemente, con la boca abierta. Llegaría de último el premio de consolación,
el regalo de consolación para Brasil con “el gol de la vergüenza”. Al fin
quedaron 7-1, a favor de los alemanes.
¿Suerte o táctica la de los alemanes? Simplemente
llegó, con el esfuerzo que pusieron para jugar bien y tratar de vencer al
rival. ¡Pobres los brasileños, con lo que significa, para los que al futbol se
dedican, una derrota como ésta!
En fin…, estoy de acuerdo con el P. Abelardo:
ojalá les sirva esto para su salvación, tanto a vencedores como a vencidos…
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