domingo, 5 de julio de 2015

Encuentro de amigos (exalumnos del Menor)

    Hace más o menos tres años tuvimos el gran gusto de encontrarnos, varios, después de habernos visto en la graduación de Bachillerato en el Colegio Seminario Menor San José (1992), conducido por los Padres Benedictinos, monjes de Illinois que vinieron a hacerse cargo de este Colegio Seminario. Hay mucho que contar al respecto.

     Después de este tiempo señalado nos volvimos a encontrar hoy en Sololá, con ocasión de la visita del P. Oswaldo al país y a nuestra gente. Hubo quienes vinieron de Guate, otros de Xela, unos más de Chimaltenango o Sololá... El lugar de encuentro: Sololá. En total nos encontramos seis de la promoción, de los diez que nos graduamos: Rolando, P. Oswaldo, Aroldo, Ricardo, Camilo y un servidor, además de otros amigos.

      Encontrarnos, ¿para qué? ¿Sólo para recordar? Ciertamente que no. El recuerdo es obvio, pero es un recuerdo agradecido. Hoy tuvimos oportunidad para hablar más a fondo sobre nuestras vidas y nuestra situación y animarnos en el camino emprendido. Además, recordamos CON AGRADECIMIENTO a nuestros antiguos amigos y a nuestro formadores. De hecho, fue fácil hacerlo pues tenemos cerca, una semana, la celebración de los 50 años de la presencia de los Padres Benedictinos, la misma comunidad que nos formó estando en el Seminario Menor. También nos recordamos de nuestros profesores y decidimos, lanzados a la aventura, a ver si encontrábamos y saludábamos al Prof. Francisco Guzmán.

    ¡Bingo! Lo encontramos y saludamos en su casa. Como nos explicó, fue providencial encontrarlo. Nos pasó a su lugar de trabajo y nos explicó todo lo que hacía. Nos volvió a recordar su pasión por la educación, la pintura y el servicio. Comentó que no encontró más, en ningún lugar, una institución educativa que la sintiera como su casa. Fue un gran gusto saludarle y por el tiempo que nos 

     Ya en Panajachel, durante el almuerzo y el paseo, recordamos a los Padres Benedictinos, y su ejemplo. Se contaron muchas anécdotas, incluso del final de la vida de algunos de ellos. ¡Cuánto nos edifica su ejemplo! Nuestro agradecimiento se ha de traducir en continuar lo que ellos nos enseñaron: servir.

     Fue un gran gusto, amigos. Esperamos seguir la comunicación y encontrarnos con más frecuencia.
Con el Prof. Francisco, el más veterano, en su centro de operaciones.

Mientras nos encaminábamos a Panajachel, hicimos una parada en la Primer Mirador.

Así lucía el Lago el día de hoy. Espero que la foto sea de su agrado.

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