La unión con Dios es la meta de nuestra vida. La imagen es un poco provocativa; me parece que puede, además de llamar la atención, representar la unión con Dios. |
La perspectiva del autor sobre el tema de la Parusía es particular, y me parece muy lógica: Dios tiene el interés (de Amor) de la unión con las criaturas, con el hombre; por eso, aunque el pecado haya roto la antigua vocación del hombre al amor, a la vocación dialogal -divino-humana-, Dios sigue empeñado en buscar la unión con el hombre, que daría razón del sentido de su ser y su existencia.
El autor da razón de la dimensión de acercamiento de Dios que tiene la parusía (dimensión que se ha relegado a un muy segundo plano) y el énfasis que se ha puesto en el temor que supone esa venida del Señor al final de la historia (con lo que nos hemos quedado casi exclusivamente).
También incide en la importancia de la vigilancia amorosa, como actitud más digna del cristiano, del hombre, interlocutor de Dios que quiere nuestra salvación.
Como suelen decir, el profesor es el que más aprende. Pues, yo he ido aprendiendo un poco más.
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