Una historia vocacional... La historia la puedes conocer tú, llenar los espacios con otros datos que puedas recabar. Se trata de Marcos, el evangelista cuya fiesta celebramos hoy en la Iglesia.
Según Hch 13,13, Juan Marcos es un chiquillo, ansioso de imitar a los grandes evangelizadores. Por eso siguió a Pablo y Bernabé en sus correrías apostólicas. Pero se le cayó el alma a los pies cuando vio los trabajos y las palizas por que tenían que pasar. Por eso los abandonó y se regresó a su casa.
Tiempo después, cuando los apóstoles volvieron a Antioquía y a Jerusalén, se encontró con ellos. Se lo habría pensado mejor. Ya estaría más maduro, se habría sentido quizá un poco cobarde por haber abandonado el camino y, arrepentido, quiso nuevamente ir en pos de los apóstoles. Hch 15,37-39 nos cuenta que, al expresar su deseo de volver, Pablo, enérgico, no le aceptó en su compañía. Bernabé, en cambio, "hombre de la consolación", quiso tomarlo. Hubo, entonces, una disensión entre ambos y Bernabé terminó llevándose como compañero a Juan Marcos.
La tradición dice que este mismo Juan Marcos es el autor del segundo evangelio, el llamado "evangelio según Marcos", secretario del apóstol Pedro (1P 5,13), (hay autores que disienten de tal apreciación).
Podemos apreciar, leer y agradecer a Dios el evangelio según Marcos, el evangelio por el que un novato puede comenzar a leer la Biblia (en verdad, es mejor empezar a leer la Biblia por allí).
No hay comentarios:
Publicar un comentario