domingo, 11 de noviembre de 2012

Acción de gracias a Dios

La foto que nos hicimos el jueves, después de la plática de Mons. Gonzalo, también en la foto.

     Todo debería ser motivo de acción de gracias a Dios, pero hay algunas cosas que lo propician y lo hacen fácil, aflora con naturalidad. Para mí, y también para muchos que están en la labor, lo es especialmente la recién terminada convivencia vocacional en nuestro seminario diocesano.
     Vinieron más de 50 jóvenes, la mayoría dispuestos a decir sí a Dios para formarse como sacerdotes. De ellos, sólo tres eran “maestros” (estudiaron Magisterio), había bachilleres abundantes (de diversas orientaciones), un “veterano” de un poco más de treinta años, un “ex-guardia de seguridad” con sus estudios hechos...
     Lo ideal sería que cada uno hubiera sido trabajado con anterioridad, que hubiera sido ayudado para estar ya preparado a la hora de venir; esa es la meta.
     ¿De dónde vienen estos jóvenes? De la oración incesante de tantos cristianos –especialmente de esta partecita de la Iglesia- que ayudan y siguen dispuestos a ayudar a la formación de los futuros sacerdotes.
     Ponemos en manos de Dios la formación en el próximo año académico y su preparación.

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