jueves, 4 de julio de 2013

De la debilidad de la naturaleza

     “¡Ya no tienes quince años...!”, me decía aquel Padre, ya entrado en años, cuando le comentaba que me había cansado en el deporte. Y eso fue hace ya varios años.
     Hoy he vuelto a jugar al futbol, aunque en un campo pequeño, con un juego un poco más ágil. Me he dado cuenta que el cuerpo ya no responde como cuando había entrado en el Seminario Menor... La verdad, los jugadores más veteranos del futbol, a esta edad mía, ya se han retirado de este profesión, pues los jovencitos parece que están hechos de “hule”: no se golpean y están de arriba para abajo, sin cansarse.
     ¿Llegará un tiempo en que nuestro deporte será el ajedrez? Ya lo veremos. De todos modos, ahora, mientras podamos algo, disfrutaremos de hacer deporte, lo que nos deje la naturaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario