viernes, 26 de julio de 2013

Una felicitación a los abuelos

     Hoy celebramos a San Joaquín y a Santa Ana, padres de la Virgen María y, por lo tanto, abuelos de Jesús, nuestro Señor. Hoy el día les está dedicado a los abuelos. A los que los tengan aún, recen por ellos y muéstrenles cariño.
     A los santos a los que celebramos hoy, bien les vale el “piropo” que les dirige la Liturgia ―Oficio de Lectura―, al aplicarles el pasaje evangélico: “por sus frutos los conoceréis”.
     San Juan Damasceno los elogia maravillosamente de esta manera: “¡Oh bienaventurados esposos Joaquín y Ana! Toda la creación les está obligada, ya que por ustedes ofreció al Creador el más excelente de todos los dones, a saber, aquella madre casta, la única digna del Creador. (...)
     ¡Oh castísimos esposos Joaquín y Ana! Vosotros, guardando la castidad prescrita por la ley natural, conseguisteis, por la gracia de Dios, un fruto superior a la ley natural, ya que engendrasteis para el mundo a la que fue madre de Dios sin conocer varón. Vosotros, comportándoos en vuestras relaciones humanas de un modo piadoso y santo, engendrasteis una hija superior a los ángeles, que es ahora la reina de los ángeles. ¡Oh bellísima niña, sumamente amable! ¡Oh hija de Adán y madre de Dios! ¡Bienaventuradas las entrañas y el vientre de los que saliste! ¡Bienaventurados los brazos que te llevaron, los labios que tuvieron el privilegio de besarte castamente, es decir, únicamente los de tus padres, para que siempre y en todo guardaras intacta tu virginidad!

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