miércoles, 10 de julio de 2013

Un día cualquiera en el Seminario

     Les confieso que hoy tuve que esconderme para terminar de calificar unos exámenes. Si me quedo en mi sitio usual de trabajo, no me dejan terminar. Así que me fui a una casa distinta, a donde suelo acudir para mi determinada formación semanal, y me fui a refugiar allí.
     Con entera libertad me eché sobre la alfombra, boca abajo, para ponerme a calificar exámenes y trabajos. Ya sé que no son muy "buenas maneras", y que uno debe portarse bien aunque no lo vean, pero... Alguna vez hago lo del niño de la foto -no se me van los ojos, como el niño, sobre la manzana-, para hacer descansar un poco la espalda, que alguna vez se resiente por el cansancio acumulado. Me imagino cómo se divierten los niños en el suelo...

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