Escribo
algo ahora sobre un cargo de conciencia que tengo... Sin dilación la expongo,
muy sencilla: he hecho poco, en lo personal y en lo institucional que ha podido
estar en mis manos, durante este Año de la Fe que estamos a solo diez días de
culminar (en la Solemnidad de Cristo, Rey del Universo). ¿No te sucede algo
semejante?
Conozco
a una religiosas que han estudiado “de pe a pa” el Catecismo; me alegra por
ellas. Otros, se han empeñado en aprovechar la indulgencia plenaria acudiendo a
una de las iglesias prescritas para tal fin. Aunque he propuesto a algunos unos
artículos de la fe, me ha faltado más agarre y constancia en el objetivo.
Pero,
es claro, no vamos a quedarnos en los lamentos, sino vamos a tratar de
aprovechar el poco tiempo que nos queda del Año de la Fe. Mañana mismo, que
tengo previsto celebrar una Misa en Catedral, lo haré con el fin de ganar la
indulgencia plenaria. También buscaré releer, aunque poco a poco, el Compendio
del Catecismo, para seguir instruyéndome.
Y
tú, ¿qué puedes hacer?
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