Los que se ordenarán diáconos el próximo sábado (izq. a der.): Nestor, Irvin, Mons. Gonzalo, Alex y Carlos. |
En el Seminario, los alumnos hoy han
culminado sus exámenes de fin de semestre. Se respira un aire de liberación, de
tranquilidad, de fuerzas desgastadas por el esfuerzo hecho durante la semana,
pero con mucha esperanza de haber logrado una buena nota.
Algunos, al acabar sus exámenes en horas
de la mañana, ya se han puesto a hacer trabajos de limpieza y mantenimiento del
edificio, disponiéndolo para la semana siguiente, pues esta casa recibirá a los
participantes de la próxima Asamblea Diocesana de Pastoral. Mañana continuará
este trabajo.
También estamos ya con la alegría latente
de las próximas ordenaciones diaconales en Itzapa, previstas para el próxima
sábado, gran fiesta de la Visitación de la Virgen a santa Isabel. Esta fiesta
mariana debe marcar a los protagonistas: Irvin, Carlos, Néstor y Alex.
Un servidor se encargará, con otros
ayudantes, de dirigir la Liturgia de ese día. Es un gran regalo, por supuesto,
vivir en primera fila ese acontecimiento. Una vez más, a mí me llena de mucha
alegría participar de este acontecimiento tan crucial en la vida de los que se
ordenan. En efecto, en ese momento de la ordenación cambian de condición: dejan
de ser laicos y pasan a ser clérigos.
Estamos terminando el mes de mayo. Confiamos
a nuestra Señora todas estas intenciones, que llenan el corazón de un cristiano
que quiere amar más a la Virgen y está agradecido, porque todo nos ha venido de
su mano.
¡Ah! Y cómo se me iba a pasar… Hoy ha comenzado
el “Decenario al Espíritu Santo”. Dentro de diez días estaremos celebrando
Pentecostés. Es bueno que nos preparemos bien para ese día, tratando mucho al
Espíritu Santo.
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