martes, 8 de mayo de 2012

"La vida oculta de la Virgen María"


     Un libro que quiero conseguir y leer es el de la beata Ana Catalina Emmerich, titulado: “La vida oculta de la Virgen María”. Como indica la página Religión en Libertad, no son dogma de fe, pero puede ayudar a la piedad de los cristianos. El libro recoge con minuciosidad las notas que tomó Clemente Brentano, el interlocutor de la vidente, y que apenas ahora se está editando en habla hispana. Les dejo con unas notas tomadas de Religión en Libertad y que pueden leer un poco más.

La Virgen María
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La Santísima Virgen tenía el cabello rojizo y muy abundante, y las cejas negras, altas y finas; la frente muy alta; grandes ojos entornados con grandes pestañas negras; nariz recta, larga y fina; una boca muy noble y amable; la barbilla puntiaguda; estatura mediana, y sus andares con sus ricos atavíos eran suaves, graves y castos».

Anunciación
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Cuando esta luz penetró en su costado derecho, la Santísima Virgen se volvió totalmente traslúcida y como transparente y fue como si ante esta luz, la opacidad se retirara como la noche. En ese momento María estaba tan traspasada de luz que nada de ella parecía oscuro o encubierto, toda su persona estaba resplandeciente y luminosa.

Después vi desaparecer al ángel y retirarse el haz de luz que salía de él. Fue como si desde el cielo hubieran reabsorbido aquel torrente de luz. Mientras la luz se retiraba, cayeron sobre la Santísima Virgen muchos capullos de rosas blancas, cada una con una hojita verde».


Nacimiento
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El resplandor en torno a la Santísima Virgen se hacía cada vez mayor y ya no se veía la luz de la lámpara que había encendido José. La Santísima Virgen estaba vuelta a Oriente y arrodillada sobre su colcha de dormir con su amplio vestido suelto y extendido en torno a ella.

A las doce de la noche se quedó arrobada en oración; la vi elevarse sobre la Tierra de modo que podía verse el suelo debajo de ella. Tenía las manos cruzadas sobre el pecho y en torno a ella seguía aumentando el resplandor. Todo estaba entrañable y jubilosamente agitado, incluso las cosas inanimadas, la roca del techo, las paredes, el techo y el suelo de la gruta estaba como viva dentro de aquella luz. Entonces ya no vi más el techo de la gruta, y una vía de luz se abrió entre María y lo más alto del Cielo con un resplandor cada vez más alto».


La cueva del pesebre
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La Cueva del Pesebre está verdaderamente muy cómoda y tranquila; aquí no viene nadie de Belén y solo pasan por aquí los pastores. En Belén nadie se preocupa de lo que pase en las afueras, pues allí, con tanto forastero, hay mucha gente y muchas aglomeraciones. En Belén se compra y se sacrifica mucho ganado, porque muchos de los presentes pagan sus tributos con ganado. También hay muchos paganos que sirven de criados».

Muerte de San José
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Jesús rondaba los treinta años cuando José se fue debilitando cada vez más. Muchas veces vi que Jesús y María estaban con él y que María se sentaba muchas veces en el suelo delante de su lecho o en un taburete de tres patas, redondo y bajo, que a veces utilizaba de mesa. Los vi comer pocas veces. A San José le llevaban a comer al lecho un plato con tres rebanadas cuadradas blancas como de dos dedos de largo o frutas pequeñas en una taza. Le daban de beber en una especie de ánfora.

Cuando José murió, María estaba sentada a la cabecera de su lecho y lo tenía en brazos, mientras que Jesús estaba junto a su pecho».

5 comentarios:

  1. Gracias por publicarlo! nos sentimos un ratito en intimidad con la Madre del Señor!

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  2. que podamos conocer más acerca de nuestra madre, para que la amemos más y sepamos dar respuesta a otros que no la conocen ni la tienen como madre

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  3. Que pena que no se puede descargar el libro y que no este completo porque me gustaria leerlo mas detenidamente para comprender mejor su vida y enseñarselo a mi mamá deseguro que le facinaria♥♥♥

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    1. Hahahahahaha no me digas, si esto solo son pavadas na de esto es cierto LOOOOOOOL

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    2. Ambos, la autora y tú, están, humanamente, en el mismo nivel, podríamos decir, no sólo porque hablan de algo en concreto, sino también en la actitud de decir la verdad en lo que sostienen: la diferencia es que la autora tiene fundamento y tú no -pues es puro dogmatismo tuyo decir que no es cierto-.
      Además, prefiero el sentido positivo -constructivo- de la autora a esta actitud negativa tuya, de sólo alzar el dedo y criticar.
      Por último, queda a salvo lo que no depende de ambos -de la autora y tuyo-: la verdad. En efecto, lo que narra la autora, o es cierto o no es cierto. Al menos ayuda a hacer una pizca mejor el mundo. Saludos, amigo.

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