A nadie puede ocultarse que el Santo Padre
está sufriendo ahora, no sólo por el peso de su trabajo sino por los ataques
que ha estado sufriendo. Este Pontificado será recordado porque le ha tocado
afrontar la acusación de pederastia de varios sacerdotes en años anteriores. Se
ha sumado el escándalo del mayordomo del Santo Padre, Paolo Gabriele, acusado
de infiltrar documentación reservada y haber traicionado la confianza del Sumo
Pontífice.
No se ahorran al Santo Padre, a sus años,
ninguno de estos trabajos. ¡Cuánto quisiera ahorrárselos! Lo mío será encomendarle
especialmente en la Santa Misa y tratar de hacer de hacer bien mi trabajo,
además de pedirles a ustedes que recemos por él.
Omnes cum Petro, ad Iesum, per Mariam! Todos con Pedro, a Jesús, por
María...
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