Leía ayer, de la cita de un santo: “Para
nuestra santidad, doctrina; y para el apostolado, doctrina. Y para la doctrina,
tiempo, en lugar oportuno, con los medios oportunos. No esperemos unas
iluminaciones extraordinarias de Dios, que no tiene por qué concedernos, cuando
nos da unos medios humanos concretos: el estudio, el trabajo. Hay que formarse,
hay que estudiar”.
Para un cristiano, es fundamental la
formación: la ignorancia es unos de los males más grandes de los cristianos de
nuestro tiempo. Para argüir: estudio de la doctrina; para entender: estudio de
la doctrina; para vivir: estudio de la doctrina.
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