domingo, 20 de enero de 2013

Octavario (III): “no haya divisiones entre ustedes”


     Una de las características de la comunidad cristiana de Corinto, en la temprana época apostólica, fue la división en facciones. San Pablo ya denunció el hecho. Larga la cita, pero vale la pena releerla:
Les conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengan todos un mismo hablar, y no haya entre ustedes divisiones; antes bien, estén unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio. Porque, hermanos míos, estoy informado de ustedes, por los de Cloe, que existen discordias entre ustedes. Me refiero a que cada uno de ustedes dice: ‘Yo soy de Pablo’, ‘Yo de Apolo’, ‘Yo de Cefas’, ‘Yo de Cristo’ ¿Está dividido Cristo?" (1Co 1,10-13a).
     No sólo en la época paulina sino también el Papa Clemente Romano tuvo que escribir a la misma comunidad por el mismo motivo.
     Es que, en la segunda lectura de la Misa de hoy (1Co 12,4,11), la Iglesia nos invita a ponernos, con nuestros dones espirituales, al servicio de los demás.
     ¿Sabes? Sólo cuando buscamos a Dios, cuando pensamos en el bien de los demás y buscamos ayudarles, es cuando al corazón le embargará una felicidad que no lo dan las cosas materiales. ¡Y tú la has comprobado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario