viernes, 25 de enero de 2013

Octavario (VIII): De perseguidor a perseguido


     San Pablo pasó a ser de perseguidor de Jesús a perseguido por Jesús (cfr. Hch 9), se dejó seducir (cfr. Jr 20,7). Así lo describió el P. Alfredo en su homilía el día de hoy en la celebración de la Conversión del Apóstol. Son las paradojas de la vida.
     Vemos a un personaje fogoso, celoso, lanzado por amor a la Ley; no dejó de serlo, aunque cambió de camino; encontró a Jesús y no quiso dejarle ya: “ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Ga 2,20). “Dios me libre de gloriarme si no es en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo” (Ga 6,14).
     A Pablo le veo como un enamorado, un enamorado que ha perdido la cabeza. Ojalá perdiera yo la cabeza como él.
     Él sigue intercediendo “para reunir a los hijos de Dios dispersos” (Jn 11,52).
     Para leer la biografía del Apóstol Pablo, lee: Hch 22,1-21.

No hay comentarios:

Publicar un comentario