En realidad, ya estamos en vísperas del
Domingo del Buen Pastor. En el Seminario lo celebramos con especial ilusión por
varios motivos, intenciones que hago personales.
En primer lugar encomendaré la grey de la
Iglesia a su Buen Pastor, como indicaba Benedicto XVI al despedirse, pues no la
desampara ni la desamparará.
En segundo lugar, encomendaré al Santo
Padre, buen Pastor de la Iglesia universal, de la que formo parte, igual tú. Luego
encomendaré al obispo de mi Diócesis, Mons. Gonzalo ―también encontrarán lugar en mi
oración todos los obispos del mundo―. Encomendaré
también a los sacerdotes todos, que deberíamos ser, cada vez más, a imagen del
Buen Pastor.
Junto con todas estas intenciones, pediré
a Dios UN AUMENTO DE VOCACIONES AL SACERDOCIO, pues es la 50 Jornada de Oración
por las Vocaciones. Ésta es la intención de la Iglesia en este Cuarto Domingo
de Pascua, Domingo del Buen Pastor. Ojalá sea también tu intención ahora.
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