En el Seminario Mayor de la Diócesis, en el que ahora soy formador, estamos en los últimos días del curso académico. Incluso con carcajadas hemos recordado lo que Mons. Eduardo Fuentes, de recordada memoria, nos dijo en 1993 –quizá lo haya dicho en otras ocasiones–, en los primeros días del curso: “Al año, nos dan dos alegrías: una cuando vienen…, y otra cuando se van”.
En efecto, hoy han terminado de examinarse los del último año de Teología, el examen de Síntesis Teológica. Hoy hemos tenido una tertulia en la que afloraron los sentimientos, especialmente de los que se van despidiendo de los días de estudiante –quizá alguno vaya a estudiar más–.
Hemos compartido años, fuimos conociéndonos, intentamos ayudarles todo lo que pudimos para que llegan a ser los próximos a ordenarse diáconos y después sacerdotes.
Como los pequeños van creciendo y van dejando la casa paterna, así estos alumnos están terminando y dejan esta casa que constituyó su hogar durante años.
Cada uno de los siete –seis son de nuestra Diócesis–, ha hablado y dicho lo que su corazón le dictaba en ese momento: agradecimientos, petición de oraciones, ilusiones… Nosotros, por supuesto, les hemos machacado con que ésta es su casa y que no se olviden de los que constituyeron también su familia hasta ahora.
¿Y cómo se quedan los padres cuando se van los hijos? Ya se imaginan cómo quedan los formadores.
Felicito a los graduandos. ¡Como pasa el tiempo para todos! Que descansen en sus merecidas vacaciones todos: alumnos y formadores
ResponderEliminarRecurdo muy bien cuando llegaban estas criaturas a las puertas del seminario pensando que nunca llegaría el final. Ojalá que la ilusión de estos años se incremente cada día y vivan el futuro ministerio con la misma, o mayor entrega, que el tiempo de seminario ¡Feliz futuro sacerdotal!
ResponderEliminarMe uno a los sentimientos de felicidad y a la vez de nostalgia de estos queridos amigos por abandonar ya el centro de formacion y comenzar en otro ambiente su preparacion inmediata a recibir el Sacramento del Orden. Felicidades a cada uno.
ResponderEliminarMe atrevo a sugerir el gestionamiento respecto al reconocimiento Oficial del Bachillerato en Teologia a cada uno. Por cualquier motivo en el futuro servira, asi se evitara pasar otras penas en el fututo para alguno que pueda seguir su preparacion intelectual, valorando ademas ese esfuerzo hecho. Saludos y desde ya mis mejores deceos en el tiempo de descanso.