domingo, 17 de octubre de 2010

Evangelio del día

Lc 18,1-8: la parábola del juez injusto. Es una enseñanza muy expresiva acerca de la eficacia de la oración perseverante y firme. El hecho de comparar al Señor con una persona como ésta, pone de relieve el contraste entre ambos: si hasta un juez injusto termina por hacer justicia a aquél que insiste con perseverancia, cuánto más Dios, infinitamente justo y padre nuestro, escuchará las oraciones perseverantes de sus hijos. Dios, en efecto, hará justicia a sus elegidos que claman a Él sin cesar (Comentario de la Biblia de Navarra).

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