sábado, 11 de febrero de 2012

"Haciendo las cosas bien"

     Reproduzco, en esta ocasión, el artículo de Mons. Gonzalo que viene en Prensa Libre (en su columna Rerum Novarum), en donde hace referencia al trabajo bien hecho, tomando pie de la visita que ha hecho a tres centros de formación en el área rural. Ojalá haya más iniciativas similares y que, cada uno en su sitio, procure hacer las cosas bien, hasta lo más sencillo.
     He tenido la oportunidad muy recientemente de visitar unos centros de formación en la zona de Tecpán. Uno, Ixoqi’, más dedicado a actividades de formación de la mujer; otro, Utz Samaj, dedicado a la capacitación de agricultores y promotores sociales en el área rural, y un tercero, Aq’on Jay, dedicado a la promoción en el área de salud. No pretendo aquí hacer propaganda de tres centros excelentes de los cuales, cada uno en su área, hacen un servicio de formación, capacitación y educación en la zona de Chimaltenango aunque con estudiantes provenientes también de otros departamentos.
     Quisiera subrayar de manera particular un elemento de la filosofía detrás de los tres centros que considero un elemento fundamental en la labor por el desarrollo en Guatemala, particularmente en las áreas rurales. Me refiero a la traducción de eso que en kaqchikel se dice utz samaj, es decir, buen trabajo, pero que, generalizando, podemos calificar cómo hacer las cosas bien.
En Utz Samaj
     En cualquier actividad humana pasamos por procesos de aprendizaje que pueden hacerse bien o pueden hacerse chambonamente. El esfuerzo por mejorar la calidad en lo que hacemos es un indicador de atención, de esfuerzo, de compromiso y de deseo de aprendizaje para hacer cada vez mejor las cosas que tenemos que realizar. En Guatemala hay un esfuerzo importante en los últimos años entre muchas personas por hacer de la superación, propia o de los hijos, un elemento clave para conferirle un sentido a lo humano de nuestra vida. Superarse es no solo ir más allá de lo que hasta ahora uno tiene o conoce. Superarse es aprender más, es alcanzar oportunidades, es vivir por hacer las cosas mejor, en lo laboral pero también en lo familiar y en lo personal.
En Ixoqi'
     En la educación encontramos hoy la buena noticia de que cada vez más estudiantes quieren promoverse y superarse y llegar más lejos, pero también encontramos la rémora de la mediocridad como el cáncer que nos corroe. Es la mediocridad que se traduce en hacer las cosas a como salgan, en estudiar para pasar, en dar las clases por salir del paso, en trabajar con la ley del mínimo esfuerzo o con la reiteración que ve toda innovación como amenaza.
     Hacer bien las cosas, luchar por mejorar nuestros procesos productivos y la calidad de nuestro trabajo es un compromiso fundamental y en ello nadie queda excluido. Necesitamos mejores agricultores y mejores burócratas, mejores policías y mejores periodistas, mejores empresarios y mejores políticos. Necesitamos luchar por hacer todos mejor las cosas que a cada uno le corresponden.
     Los tres centros que visité hoy nos enseñan también la filosofía de que mejorar en lo profesional, en el aprendizaje, en hacer bien lo que uno tiene que hacer, pasa también por luchar por ser mejores seres humanos en nuestros distintos roles en la vida, como miembros de la comunidad, como hombres y como mujeres, como madres y padres, en fin, como personas de valores y creencias.

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