jueves, 16 de febrero de 2012

¿Para qué sirve el futbol?


     Ayer escribí sobre futbol. La conversación en las reuniones, en muchas ocasiones, deriva en este tema. Puede que no haya de qué hablar, o simplemente gusta mucho a alguno.
     Hoy he tenido un “mi partido” de futbol en el Seminario, ya que todavía me han aceptado en un equipo. Ganamos 10-5 -¡parece “chamusca”-.
     Si pensamos en el mundo que mueve el futbol, el “deporte rey”, nos quedamos boquiabiertos: gente, dinero, pasiones, y quizá acarree una “animalización” en algunos momentos, cuando no se piensa en otra cosa o se exaltan de tal manera los ánimos que se pierden los estribos.
     El futbol no fue conocido por los romanos de la antigüedad ni los hombres de la era de piedra, aunque tuvieran algo de sentido lúdico, pues lo trae la naturaleza. Se podía vivir sin el futbol. ¿Y, ahora, no?
     No me quita el sueño un Barça-Madrid o un Rojo-Cremas, pero sí me emociona cuando pierden los “glamourosos equipos”, a veces orgullosos, que están siempre arriba. También me gusta mucho jugar, mientras los años no me lo impidan. El futbol me ayuda –como otro deporte en otro momento- a echar fuera los “malos espíritus” que a veces llevo dentro, me ayuda a desestresarme, y prefiero ganar, ciertamente, como cualquier mortal.
     ¡Viva el que inventó el balón de futbol!

1 comentario:

  1. De la muerte no nos vamos a salvar..por lo menos que el futbol nos salve la vida...

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