jueves, 2 de agosto de 2012

Como barro en manos del alfarero

¡Qué blanca está la camisa del alfarero! Así de limpio trabajo Dios.

     Con la consideración de la primera lectura de la Misa de hoy, que transcribo más abajo, me reafirmé en vivir la sinceridad en la dirección espiritual y con el confesor.
     Me parece impensable que ellos quieran “manejar” mi vida, sin contar con mi libertad. Dejaría de ser algo sobrenatural. Es más, les agradezco –es probable que ellos no lean estas líneas, pero se los diré, igualmente- por guiarme. No sólo tienen la ciencia necesaria para hacerlo sino que gozan de una “gracia de estado” en ese momento.
     Ahora hablo en plano personal: accedo a la dirección espiritual y a la Confesión frecuente porque quiero oír mejor a Dios y luchar –con muchos tropiezos- para conseguir un más perfecto cumplimiento de la Voluntad de Dios sobre mí. Cada día es una nueva lucha, pero Dios nos ayuda.
     Les dejo con la Primera lectura de la Misa de hoy (Jr 18,1-6):
Palabra del Señor que recibió Jeremías:
-«Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi
palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor:
-«¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-.
Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»

1 comentario:

  1. GRACIAS,ESTOY EN MANOS DEL ALFARERO,PERO CREO QUE LA TIERRA ES DURA,EL
    TIPO DE ARCILLA, SACA LA OBRA
    SEGUN SEA LA TIERRA, MAS TIEMPO O MENOS Y HABRA MAS HERMOSAS

    ESPERO QUE MI TIERRA AL FINAL EL SEÑOR HAYA
    REALIZADO SU OBRA PERFECTA

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