sábado, 1 de diciembre de 2012

Novena a la Inmaculada (II)


CHRISTE ELEISON
     En el lugar superior de esta imagen se deja ver Cristo, nuestro bien, que tiene tres saetas en la mano para significar el grave castigo que amenazaba al mundo por sus muchos y graves pecados; el cual se detuvo misericordiosamente por la intercesión de María Santísima. Porque en aquel relajado tiempo en que se iba a promulgar la sentencia de la ira divina, los santos patriarcas Francisco y Domingo, acudieron al patrocinio de María, diciendo: Nos acogemos, Señora, a tu amparo, y entonces por María fue alcanzando el perdón.

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