jueves, 21 de febrero de 2013

Mi entrevista con el Obispo

Mons. Gonzalo al centro y, a su izquierda, Mons. Víctor Hugo Palma, Obispo de Escuintla.

     He tenido, durante el día, varias intenciones que encomiendo continuamente. Mi labor de jueves no ha variado –con el consiguiente esfuerzo por sobrenaturalizarla-, aunque ahora tenemos la particularidad de la Visita Pastoral de Mons. Gonzalo en nuestro Seminario.
     Ayer me entrevisté con el Obispo. Hablamos de varias cosas que afectan a mi labor de formador en el Seminario. Le hablé de la Dirección de Estudios y los proyectos que considero factibles en este área –plan de estudios, profesores, biblioteca, nivel de los estudios...-; también le hablé de la formación humana y pastoral de los seminaristas, de su situación desde mi punto de vista y de las cosas que considero hay que potenciar; pero también le planteé mi preocupación por la formación permanente de los sacerdotes de la Diócesis, especialmente la de los sacerdotes jóvenes.
     Todo esto en un ambiente de cordialidad, virtud que caracteriza a Mons. Gonzalo, con el consiguiente análisis por su parte. Desde luego, no perdimos de vista que somos hombres de Iglesia y que queremos ayudar. De hecho, me mostré estar a su disposición, como he aprendido a hacerlo.
     Sin duda, mi ministerio sacerdotal podría ser el parroquial, pero ahora Dios me pide estar en esta labor de formación, lo que llevo con mucha ilusión y alegría, pues soy yo el que estoy ganando.
     Cierto sacerdote de otra diócesis me comentó que es una gran ventaja la que tenemos, al ser diocesano nuestro Seminario: que el Obispo puede visitar SU seminario. Así lo ha escrito el P. Víctor en un cartel de bienvenida: “Bienvenido, Mons. Gonzalo, a este SU Seminario”.
     Gracias, Mons. Gonzalo, por su trabajo de Pastor en la Diócesis y su presente Visita Pastoral al Seminario.

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