domingo, 3 de junio de 2012

A Ti la alabanza..., ¡oh Trinidad Beatísima!


     Una semana después de Pentecostés, celebramos en la Iglesia la Solemnidad de la Santísima Trinidad, misterio principal de la fe cristiana.
     Lo he considerado durante mi oración: ¡qué grande es Dios!: Omnipotente –lo puede todo-, omnisciente –lo sabe todo-, inmenso –nada lo puede contener-, eterno –no ha tenido principio ni tendrá fin-...
     ... ¡Y ese Dios sapientísimo está enamorado del hombre...! Imagina las consecuencias para tu vida.
      Con la piedad de la Iglesia podemos rezar –con las palabras del Trisagio-:
- A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los siglos, ¡oh Trinidad Beatísima!
- Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.

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