jueves, 14 de junio de 2012

"La Biblia no es ficción"

Ciudad de Belén.
     Para quien cree a pies juntillas de que es cierto lo que narra la Biblia, no le extrañará nada esta noticia. Pero hay muchos que no sólo cuestionan lo que dice la Biblia, sino que –la mayoría- les da igual que sea cierto o no lo que narra el libro que, como dice el de la entrevista, “es la base de la civilización europea”, es más, la base de toda la sociedad con fundamentos cristianos. Si quieren leer todo el artículo, pueden pinchar aquí. La noticia reza así:
     Arqueólogos israelíes han sacado a la luz un sello en el que aparece la mención de Belén más antigua de las que se han encontrado, hace 2700 años. “La Biblia habla de Belén, ahora tenemos la prueba de esta ciudad entonces existía”, ha declarado Eli Shukron, arqueólogo de la Autoridad Israelí de Antigüedades. El sello, que mide 1,5 cm. ha sido encontrado en la llamada Ciudad de David, una gran área arqueológica fuera de las murallas de Jerusalén donde se cree que el rey había construido su palacio. Vatican Insider ha entrevistado a Simone Venturini, biblista y escritor, investigador del Archivo Secreto del Vaticano y profesor de Ciencias Bíblicas en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Es autor, entre otras cosas, de «El libro secreto de Jesús» (Newton Compton).
En este lugar de la tierra nació Jesucristo, nuestro Señor.
     - Profesor Venturini, ¿qué efectos tiene este descubrimiento sobre el origen de la ciudad natal de Jesús?
     “Es fácil para quien está acostumbrado a “deducir” la historicidad de la Biblia encontrar todos los argumentos posibles para decir que ésta o la otra ciudad citada en las escrituras en realidad nunca ha existió. Sobre todo en Italia, donde la prensa sabe siempre todo sobre Belén o sobre la Copa de la Uefa, pero poco o nada sobre el libro que es la base a la civilización europea. Era, por ejemplo, el caso de la ciudad de Nazaret. Hasta hace pocos años, no había pruebas de su existencia anteriores al siglo III d. C. Pero en el 2009, la arqueóloga Yardenna Alexandre demostró de manera irrefutable que había encontrado los restos de una modesta casa que se remontaba al siglo I, la época de Jesús. El descubrimiento que ha tenido lugar durante las excavaciones arqueológicas en el área del Jerusalem National Park tiene la misma importancia. El sello, usado probablemente para enviar la recaudación de los impuestos de la ciudad de Belén al rey de Judea, ha sido datado en torno al 800-700 a.C. El sello lleva la inscripción en lengua hebrea “l’shvat – bat-lechem – (l’mele)ch”. En ella aparece la información esencial para realizar el envío al rey que gobernaba en el el sur, en Judea. Por primera vez el nombre de la ciudad de Belén aparece también fuera de la Biblia. Es obvio que a este punto es difícil dudar de la existencia en torno al VI a. de C. de la ciudad en la que nace Jesús, que en cambio existía por lo menos ochocientos años antes de su nacimiento”.

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