Sin hacer cosas complicadas, porque lo que
pretendíamos era una reunión familiar, tuvimos las siguientes actividades: a
las diez de la mañana: Exposición del Santísimo con reflexión y rezo de Hora
Intermedia. A las once de la mañana hubo deporte: se organizó un equipo de
sacerdotes que jugaría con el equipo ganador del encuentro Seminario
Mayor-Seminario Menor. Al final, sumándome yo al equipo de sacerdotes, jugamos
contra el equipo del Seminario Menor. Fue un encuentro intrincado que hubimos
de ir a los “penales”, en donde perdimos: ganaron los más jovencitos de la
casa.
A las doce y media celebramos la Santa
Misa, presidida por Mons. Gonzalo. Estuvimos casi cincuenta sacerdotes
concelebrando, como se muestra en la foto que pongo más abajo.
Después del delicioso almuerzo que nos
prepararon las Hermanas Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, encargadas
de la administración de la cocina y otras dependencias, tuvimos un rato de
tertulia con los sacerdotes que se pudieron quedar. Fue francamente
gratificante escuchar a los sacerdotes dar su testimonio vocacional ante los
alumnos y un rato sabroso de compartir anécdotas, animando a los alumnos a
formarse bien.
Al final se le recordó a los exalumnos
nuestro deseo: que la que fue su casa de formación siga siendo su hogar en
donde vuelvan frecuentemente, que siempre serán bienvenidos y les agradeceremos
su visita.
Puse un buen cúmulo de fotos en el blog de Exalumnos del Seminario Mayor, que ustedes pueden ver.
Algunos sacerdotes del encuentro. |
A defender el honor: el equipo de los sacerdotes. |
Después de la concelebración. |
Gracias por las magníficas fotos y crónica. Me alegra que fuera un encuentro gratificante ¡Felicidades!
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