miércoles, 16 de abril de 2014

Con mis hermanos sacerdotes, quiero seguir siendo sacerdote

Agradezco a Raúl que tomó esta foto. Es de la Misa Crismal de hoy.
     — Pero, en la Misa Crismal, además de bendecir los óleos, los sacerdotes también pronuncian sus votos por un tiempo más…
     Más o menos así se expresaba una persona a un sacerdote, hace unos días, como dando a entender que los sacerdotes pronunciábamos una promesa por un año más. ¿Un año más? Más bien, lo que hacemos los sacerdotes en la Misa Crismal es renovar la entrega que hicimos durante la Ordenación Sacerdotal.
     Hoy hemos tenido, en la Catedral de la Diócesis la Misa Crismal, Misa en la que se consagra el Crisma, se bendicen el Óleo de los enfermos y el Óleo de los Catecúmenos. Además, los sacerdotes renovamos nuestras promesas sacerdotales.
     Renovar las promesas sacerdotales, unirse más fuertemente a Cristo y configurarse con él, permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios. Nada más y nada menos.
     Aunque a veces la lucha —en tan diversos frentes— puede resultar ardua, aunque resultamos vencidos —con la ayuda de Dios volvemos a levantarnos—, quiero con toda las fibras del corazón —como decía aquel santo sacerdote— seguir siendo sacerdote, mejorar en mi entrega sacerdotal, con la ayuda de Dios y la de sus oraciones.
     Recen por los sacerdotes, por favor, recen por su párroco.
     Por mi parte, tendré el gran gusto de vivir el Triduo Pascual en una comunidad pequeña, en la Aldea de La Canoa, Patzicía. Dicen que me están esperando… Con mis mejores disposiciones y la gracia de Dios, quiero ayudar a la gente a vivir bien la Semana Santa.

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