miércoles, 9 de abril de 2014

Un pastor "con olor a oveja". Lo cuenta el protagonista.

¿Le conocen?
     Mi esposa, mi hijo Eduardo, mi hija Emilie y yo vivimos hace 3 años en Canadá por temas laborales.
     Hace 6 meses decidimos bautizar a nuestra hija en Argentina y queríamos que el padrino sea mi cuñado Federico Abalsamo.
     Cuando le preguntamos a Federico, nos dijo que a él le encantaría pero que necesitaba bautizarse para ser padrino.
     La familia de mi esposa es una familia mixta Judeo-Católica, ya que la madre de mi esposa es Judía y el padre es Católico.
     Los padres siempre les dieron a ellos la opción de elegir su religión. Mi esposa eligió la religión Católica, la hermana, Carolina, la religión Judía y Federico, el hermano, siempre estuvo más cerca del catolicismo pero nunca se bautizó. Entonces esa era una buena oportunidad para hacerlo.
     Empezó a averiguar para bautizarse en varia Iglesias y todas le ponían trabas de cursos o trámites burocráticos para hacerlo.
     Por ese motivo, Federico nos llamó y nos agradeció que lo hayamos elegido como padrino, pero que no se había podido bautizar por las trabas que había  encontrado para hacerlo y que, dado el corto tiempo que faltaba para  el bautismo, iba a ser imposible.
     Mi esposa no resignándose decidió llamar a la Arquidiócesis de Buenos Aires para intentar hablar con Bergoglio, en aquel entonces Cardenal (eso fue aproximadamente el 15 de noviembre de 2012, 3 meses atrás). Pudo hablar con la secretaria de Bergoglio quien escuchó atentamente toda la historia y le dijo que se lo iba a trasmitir al Cardenal.
     15 minutos más tarde sonó el teléfono nuestro. ¡Era el mismísimo Bergoglio llamando para preguntarnos en qué nos podía ayudar!
     ¡No lo conocíamos…,no nos conocía…, y sin embargo nos llamó…!
     Mi esposa le contó nuevamente lo que pasaba y la historia familiar, y Bergoglio le dijo que con mucho gusto iba a bautizar a Federico, que fuera ese mismo sábado a la Catedral, que él mismo lo bautizaría.
     Cuando Bergoglio terminó de bautizar a Federico, ¡le dijo que jamás se olvide de sus raíces Judías!  ¡Increíble persona! Y como si eso fuera poco, Bergoglio se ofreció a bautizar a mi hija. Nosotros no lo podíamos creer, ¡que el mismísimo Cardenal Bergoglio bautice a nuestra hija!
     El Cardenal se tomó la molestia de venir desde su casa a la iglesia de San Martin de Tours, un sábado a la tarde a bautizar especialmente a nuestra hija sin conocernos y con la humildad de un grande. Tuve la alegría de conocerlo y de hablar con él y es una persona extraordinaria… Me gustaría mucho que publiquen esta historia porque habla mucho de su humildad y de cómo él piensa e ínteractúa con las religiones hermanas.
     ¡Realmente un ejemplo increíble!
Eduardo Gonzalo Dimet

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