martes, 15 de abril de 2014

Traicionar - arrepentirse

"Las Lágrimas de San Pedro", en la impresionante y conmovedora obra de El Greco.
     En el evangelio de la Misa (leer aquí; Jn 13,21-33.36-38) pudimos apreciar la iniquidad del hombre que, habiendo recibido sólo bienes, es capaz de darle la espalda a Dios: las traiciones de Judas y de Pedro.
     ¿Cuál es la diferencia entre la de Judas y la de Pedro?
     La primera, me atrevería decir, es premeditada, buscada, preparada desde tiempo atrás, cuando Judas, aunque estuviera corporalmente con el grupo, ya su corazón se había apartado. ¿Cuándo se apartó del Señor el corazón de Judas?
     La segunda es fruto de la confianza en las propias fuerzas, en la arrogancia, en —quizá— la debilidad y el miedo.
      Sea cual sea nuestra traición —todos traicionamos al Señor—, LA COSA ES VOLVER, tener la humildad de decir: “me equivoqué y quiero volver a empezar”.
     Durante esta Semana Santa quiero estar cerca del Señor, acompañarle —dedicarle un poco más de tiempo y NO PENSAR SÓLO EN MI DESCANSO— en su “Camino de la Cruz” por nuestra salvación.
El pintor bizco del Barroco Italiano, Giovanni Barbieri, en su obra: "Las Lágrimas de San Pedro".

No hay comentarios:

Publicar un comentario