jueves, 3 de abril de 2014

El blog de un buen muchacho

    En mis años de seminarista (“uuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhh”, dirán algunos), tenía tantas ganas de aprender, aprender todo de la vida cristiana y la sacerdotal. Además, veía que muchas cosas de las que aprendía podían servir a otros, pero no sabía que hacer. Leía lo que  podía y, se me ocurrió, empecé a escribir unas líneas a manera de diario tales apuntes ya pasaron a mejor vida—. Era, pues, un tanto inquieto.
     Ya de sacerdote, he tenido esta oportunidad del blog y del internet para que tenga eco alguna locura que pueda servir a los demás. Tengo la experiencia de leer con avidez lo que publican mis amigos, pues son amigos, y quiero saber algo de ellos.
     Hace unos días, he visto a un chico muy entusiasmado con esta misma experiencia, un seminarista que está se está aventurando a escribir lo que pasa por su mente y su corazón. Para un corazón abierto, podrá encontrar —en cualquier lugar como aquí— algo que le ayude. El título que le puso a su blog es “Sin temor a la tormenta” (Véanlo). ¿Qué habrá pasado por su mollera cuando se vio impelido a nombrar su sitio en internet? ¿Habrá pensado en cambiar? Por el momento conserva ese nombre.
     ¡Ánimo, Dexther! Aprenderás más tú aunque también los demás. Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario