miércoles, 5 de febrero de 2014

¡Hola Santo Padre!

     Hoy ha sido un “día bendecido”, por muchos motivos, por los que, sin duda, seré envidiado por muchos: he visto de cerca al Santo Padre en la Plaza de San Pedro, durante la audiencia general en esta mañana lluviosa del miércoles. Me he emocionado mucho oyéndole, entendiendo casi todo su italiano, cuando hablaba sobre la Eucaristía y la Santa Misa. Eso sí, ha llovido lo que ha querido. Me han comentado que ésta es la semana que más ha llovido durante este invierno.
     Desde luego, compartimos penas con mis compañeros sacerdotes que están en la semana de formación para formadores, pero con alegría, porque teníamos al Santo Padre muy cerca. Les pongo la foto que he tomado. La actividad prevista de esta semana era ésta, precisamente.
El Santo Padre y Mons. Javier Echevarría.
     Además, he tenido la oportunidad de ir a saludar al Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, en su casa de Villa Tevere. A los que hemos estado, nos ha exhortado a vivir la fraternidad sacerdotal y a aprovechar el tiempo para el estudio.
     Así, también he rezado ante los restos de San Josemaría y D. Álvaro del Portillo, que será beatificado pronto.
     Además, he almorzado nuevamente con mis amigos condiocesanos: el P. Lee, el P. “Geova”, el P. Julio y mi hermano, el P. “Cheque”. Al final he experimentado la gran alegría de compartir con sacerdotes de otros países en la residencia del Tiberino, tanto con residentes como con profesores. También me llenó de gran satisfacción experimentar el aprecio que le tienen al Seminario de Sololá en varias naciones, aquí reunidas en Roma.
     ¡Hasta fui hoy y conocí la sede de la Congregación para el Culto Divino! Aunque no referiré el motivo de la visita...
     Saludos desde Roma.
Es la foto mejor que pude hacer al Santo Padre, durante la audiencia.
Así lucía de "deslucida" la plaza por la lluvia, durante la audiencia.

2 comentarios:

  1. ¡Qué bendición y qué suerte la que tienes! y ¡Qué envidia! De todos modos espero poder, también yo, estar en Roma aunque sea así como ustedes!¡No te olvides de encomendarme ante tantos lugares y personas santas!

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    1. Gracias por "la enviadia", P. Ángel. Es verdad, es una gran suerte y gran regalo, aunque también una responsabilidad. La "encomendada" está hecha, desde luego. Un saludo cordial.

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