jueves, 6 de febrero de 2014

“Il Signore sia con voi”

     Una de mis nuevas experiencias es celebrar la Santa Misa en italiano. ¿Y cómo “me sale”? Algún comentario al respecto he hecho en ocasión anterior, pero el P. Geovanny se aseguró de que celebráramos con validez, pues nos enseñó la pronunciación de las palabras de la Consagración.
     Ciertamente no celebramos con el pueblo, sino celebramos el P. Julio y yo a temprana hora, pues debemos llegar pronto al curso. Nos toca, de hecho, que viajar en tres y en autobús para llegar. La jornada es un tanto cansada, pero muy alegres de poder aprender algo más para la formación de los futuros sacerdotes y, de paso, conocer Roma un poco más y sus encantos.
     Mañana esperamos culminar bien el curso, con cada vez mejor aprehensión de las exposiciones.
     Otra de mis nuevas experiencias es viajar solos, el P. Julio y yo, por la ciudad. Al principio, no falta un cierto nerviosismo ante lo nuevo, ante el sistema un tanto enmarañado de las vías. Pero, como decía el P. Julito, ya hemos probado todos los medios de transporte para movernos: tren, tranvía, metro, autobús y un “piccolo” autobús, además de taxi.
     El uso del transporte tiene un sistema eficiente aunque no tanto de pago: se paga un billete que le sirve a uno para el tiempo que lo requiera y para todos los medios de transporte ―menos el taxi―. El nuestro es de una semana. Le agradezco a quien nos ha patrocinado estos billetes, que nos han dado plena libertad para movernos por la Ciudad.
     Nuevamente me he encontrado con dos sacerdotes, además de con el P. Geovanny en cuya casa estamos viviendo: me he encontrado con mi hermano y el P. Walter.
     ¿Y las jornadas de estudio? Diariamente, excepto ayer, tenemos en la Universidad cuatro ponencias sobre la formación humana de los futuros sacerdotes; la última se trata de un “Workshop”, una sesión de trabajo sobre un tema más práctico. Nos ha servido de referencia, para confrontar la experiencia de los distintos seminarios de los que procedemos y en los que trabajamos.
     Encomiéndennos, por favor. Ciao.
Hoy tuvimos la oportunidad, en nuestro rato libre, de ir a conocer y rezar un poco en la Basílica del Papa: San Juan de Letrán. De las cuatro basílicas mayores de Roma, es la única -según tengo entendido- que está dedicada a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista.

Éste es el interior de la Basílica. Todo es precioso, el baldaquino también.
En una visita a Roma no puede faltar la de este monumento, estampa obligada: el Coliseo Romano.

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