El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría. |
Había
contado de mi viaje anterior que tuve la suerte de saludar y escuchar durante
unos minutos al Prelado del Opus Dei, el mismo día en que pude ver y escuchar
al Santo Padre, hace una semana.
De
entre su apretada agenda sacó unos minutos para recibirnos; yo iba con otros
sacerdotes que también querían saludarle.
En
tan poco tiempo nos habló de venerar y querer al Obispo aunque a veces piense
distinto que nosotros, pues es el padre de la Diócesis. También nos exhortó a
querer a nuestros hermanos sacerdotes, que ninguno se quede solo, pues todos
necesitamos quien nos escuche. Descendió a consejos prácticos también, como
aprovechar bien el tiempo y no ceder mucho tiempo al internet y a la televisión,
que un sacerdote tiene tanto trabajo en bien de las almas, que no puede
desperdiciar el tiempo en ello. Además, nos incentivó a seguir estudiando y
leyendo, para alimentar la mente de piedad y doctrina, tan necesarias para el
ministerio del sacerdote.
Además
de por la piedad y la admiración que le profeso, pero también por su santidad,
le escuchaba tratando de aprender de él. Ustedes alguna vez lo han
experimentado: hay personas con las que uno comparte que le transmiten una gran
paz, una paz que no la dan las cosas del mundo. Hemos notado que esa persona
está en paz con Dios y ese misma paz nos la transmite. Es un tanto
indescriptible.
Cuando
nos levantamos para despedirle, le dijimos que tres de los que estábamos allí
éramos de Sololá. Además de alguna otra cosa concreta, nos dijo que “me da
mucha alegría las noticias que me llegan de la piedad eucarística de los
feligreses de vuestra Diócesis”, lo que me dio mucha alegría, con ganas de
querer ayudar también para que los fieles se encuentren con Cristo en la
Eucaristía.
Volví a Villa Tevere y recé ante los restos
de San Josemaría y del próximo beato Álvaro del Portillo. Maravillosa experiencia
para seguir luchando en mi entrega, encomendándoles también.
La iglesia prelaticia del Opus Dei en Roma. Bajo el altar se encuentran los restos de San Josemaría. |
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