jueves, 13 de febrero de 2014

La paz que transmiten las personas

El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría.
     Había contado de mi viaje anterior que tuve la suerte de saludar y escuchar durante unos minutos al Prelado del Opus Dei, el mismo día en que pude ver y escuchar al Santo Padre, hace una semana.
     De entre su apretada agenda sacó unos minutos para recibirnos; yo iba con otros sacerdotes que también querían saludarle.
     En tan poco tiempo nos habló de venerar y querer al Obispo aunque a veces piense distinto que nosotros, pues es el padre de la Diócesis. También nos exhortó a querer a nuestros hermanos sacerdotes, que ninguno se quede solo, pues todos necesitamos quien nos escuche. Descendió a consejos prácticos también, como aprovechar bien el tiempo y no ceder mucho tiempo al internet y a la televisión, que un sacerdote tiene tanto trabajo en bien de las almas, que no puede desperdiciar el tiempo en ello. Además, nos incentivó a seguir estudiando y leyendo, para alimentar la mente de piedad y doctrina, tan necesarias para el ministerio del sacerdote.
     Además de por la piedad y la admiración que le profeso, pero también por su santidad, le escuchaba tratando de aprender de él. Ustedes alguna vez lo han experimentado: hay personas con las que uno comparte que le transmiten una gran paz, una paz que no la dan las cosas del mundo. Hemos notado que esa persona está en paz con Dios y ese misma paz nos la transmite. Es un tanto indescriptible.
     Cuando nos levantamos para despedirle, le dijimos que tres de los que estábamos allí éramos de Sololá. Además de alguna otra cosa concreta, nos dijo que “me da mucha alegría las noticias que me llegan de la piedad eucarística de los feligreses de vuestra Diócesis”, lo que me dio mucha alegría, con ganas de querer ayudar también para que los fieles se encuentren con Cristo en la Eucaristía.
     Volví a Villa Tevere y recé ante los restos de San Josemaría y del próximo beato Álvaro del Portillo. Maravillosa experiencia para seguir luchando en mi entrega, encomendándoles también.
La iglesia prelaticia del Opus Dei en Roma. Bajo el altar se encuentran los restos de San Josemaría.

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