sábado, 11 de enero de 2014

Una monja “chapina” en Rusia

     Hace unos días vi el artículo en Prensa Libre. Ahora lo encuentro en Religión en Libertad y, por lo tanto, el ejemplo tiene mayor difusión.
     Se trata de Sor Isabel Chinchilla, una “santarroseña” que realiza su apostolado en nada más y nada menos que en Rusia. Les dejo con unos extractos del artículo que les invito a leer completo.
     En Rusia sor Isabel Chinchilla Lorenzana cumplió hace poco 20 años de vocación al servicio del prójimo, sin importar su origen o religión. Esta monja guatemalteca ha servido durante 20 años a quienes más lo necesitan, en Rusia.
-¿Qué la llevó a convertirse en monja?
     - Vengo de una familia numerosa, y siempre he sido de carácter alegre e independiente. Me gustaba ir a fiestas con amigos y amigas; era líder del grupo, y me gustaba tener novios. Si a los 15 años me hubieran dicho que sería monja, me hubiera reído. Le decía a mi mamá que quería tener una familia con muchos hijos, como ella, pero mi vida cambió a los 16 años, a principios de la década de 1980, cuando trabajaba en la parroquia de mi localidad.
¿Cómo se comportaban los rusos con usted?
     - Nos miraban con sospechas, porque fui una de las primeras monjas que llegaron a Rusia. La gente nos preguntaba en la calle si éramos actrices. Encontramos en ruinas la iglesia católica de Santa Catalina, la primera en ese país, y que se terminó de construir en 1783, porque el comunismo la utilizó como depósito de armamento. Se devolvió a los fieles en 1992, y su reconstrucción finalizó hace tres años. Hace pocos días, el Papa la proclamó basílica.

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